lunes

“El invernadero” de Harold Pinter

LAMB- Sabe, no me…la verdad que no me acostumbro a este sitio. Pausa ¿Entiende lo que digo?. No le diría esto a nadie más que usted, claro. La verdad es que no pude hacer mucho contacto con los otros. Hogg me dijo los buenos días de lo más simpático hace más o menos una semana cuando me lo encontré cerca del gimnasio, pero desde entonces no lo volví a ver. (Con repentina vivacidad) No, a ver, lo que pasó fue esto…el Ministerio me dijo, yo trabajaba para otra de sus reparticiones en ese momento, hacía algo muy distinto…bueno, igual, me llamaron y me dijeron… “Te asignaron”. Bueno, yo ya había oído de este lugar, por supuesto. Estaba encantado. Pero…pero cuál es exactamente la asignación, dije. Te vas a enterar cuando llegues ahí, dijeron, pero nos parece que tenés las aptitudes necesarias. Pausa Eso me dijeron. Hace un año. Pausa. Y nunca me enteré quién era el hombre al reemplacé, y tampoco pude averiguar por qué dejó. De todos maneras estoy bastante seguro que no hacía el trabajo que hago yo. O si hacía el mismo trabajo, no lo hacía exactamente de la misma forma. Toda la rotación sufrió modificaciones desde que se fue, para empezar. El no puede haber estado haciendo mis turnos. Y si no estuvo haciendo mis turnos apenas se puede decir que haya estado haciendo mi trabajo. Las rotaciones son realmente definitorias. Pausa. Quiero decir, mi trabajo, por ejemplo. Tengo que fijarme que todos los accesos estén cerrados afuera del edificio y que todas las puertas de los pacientes estén cerradas adentro del edificio. Me resulta un buen ejercicio, eso sí. Me lleva dos horas y seis minutos, aproximadamente, probar cada acceso y cada puerta, después puedo hacer una pausa de diez minutos, después salgo otra vez. Tengo los descansos obligatorios, desde ya. Desayuno, almuerzo, merienda y cena. Pero me siento un poquito cansado cuando termina mi turno, lo tengo que admitir. Pero, como dije antes, me deja tiempo para pensar – no cuando estoy probando las cerraduras, por supuesto- pero sí entre cada cerradura… me deja tiempo para pensar, y la mayoría de las veces pienso en los pacientes. Se me ocurren muy buenas ideas mientras pienso, de verdad. A decir verdad, escuché que se reciben algún tipo de estímulos al mérito, a veces…digo, después de un cierto tiempo. Tengo la sensación de que mi tiempo ya casi está por cumplirse. Pausa A lo mejor incluso puede ser un ascenso. Pausa. Hablando abiertamente, no puedo progresar más con este trabajo que se me adjudicó. No hay suficientemente rango de acción. Ojalá pudiera tratar con los pacientes…directamente. Tengo pensados un número de esquemas, ¿me entiende?, para un abordaje de los pacientes realmente constructivo, progresista…de hecho, los elevé por escrito a la oficina. Todavía no tuve respuesta. Yo creo que posiblemente lo que esté pasando es que sobre la evidencia de estos esquemas que elevé estarán considerando el ascenso. Mire, le quiero preguntar, estos esquemas míos…¿me entiende?, los que elevé a la oficina….¿a usted le parece que fue el lugar adecuado para elevarlos, o se los tendría que haber dado personalmente a alguien?. El punto es: ¿a quién?